Que si he de partir, sea con calma
Que el pecho que me aprieta en la camisa
Por debajo de la piel que no descansa
Sopese los pros, los contras y admita
Que si he de partir, sea con sarna
Y que el gusto de subir, sea afilado
Como leve en levedad de la sonrisa
Que si he de partir, y con ello ajusto cuentas
Y la hipoteca que a veces avanza
Entre las horas infelices de mi casa
Sea el último pensamiento, sea mi fuerza
Que si he de partir, y me suba al autobús
Que como tren descolocado se abalanza
Por laderas conocidas y aguaceros de tristeza
Sea por bien de mi destino,
Sea por bien del tuyo y por bien del mío
Que si he de partir, y escribo estas palabras
Sin querer, pero queriendo recibir
Algún tapujo en la tormenta
Sean los cristales de los vientos
Sean las mieles que entretengo
Que si he de partir, allá a lo lejos
Vea mi casa, como un lucero que me aguarda
Sin penas, sin lamentos, sin malicia
Ni la dualidad que me dictan mis sentidos
Que si he de partir, y a mi regreso,
Las paredes blancas adornadas de azulejos
Se cayeron, lloraré, lloraré como los niños
Más si vuelvo, y los miedos que acompañan
Al ausente no consuelan los refugios que atenaza al vino
Partiré, pero mi alma quedara segura en éste mi castillo
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