Al farewell de Neruda le corto un verso
Porque los necios, entre tanto vuelo roto
Dilapidan las simplezas en un intento
De saberse ganadores de un rastrojo
Que pasa embobinado por la tierra
Es la razón más estúpida y temprana
Que embelesa y te retrepa por el miedo
El huir sin mirar atrás, pero mirando
De reojo por el rabillo, esas simplezas
Que te añoran, que te duelen, que te ahogan
Y si lo simple se devora con premura
Déjeme hacer la digestión como si nada
Como si el tiempo no pasara y me acercase
A las fotos que hace años recompuse
Cuando aquel que con simple golfería
Se acercaba al abrigo de las noches
Como quien viaja a lomos de un barco enloquecido
Dijo Sabina un día de los “ahoras” que no son nada
Sin el ayer con el que se construyen
Déjeme complicar lo simple, lo cotidiano
Al amparo de los sueños que perviven
En las rejas de un armario que sobresale
Que contenía, que albergaba
Los tiempos de un reloj de baratija
Las cuerdas de un motor sin sus bujías
Los restos de un adiós que no quería
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