De los cantos a la fruta que se cae cuando se seca
La bravura de los Newtons al confirmar que están de acuerdo
Y se resbalan hasta las lágrimas al mirarte en el espejo
Y al final comprendes que aunque no lo encuentres,
Ese de ahí, si… ese, ese es tu reflejo.
Pero no nos preocupemos demasiado, no alarmemos
Al bondadoso rufián que se perfila y se maquilla ante la
horca
Solo pasan los años, las horas, los minutos, no se pasa la
persona
Y antes esta tesitura que se cruza en el camino
No me queda otra, apenas puedo si reírme de mi mismo
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