viernes, 3 de julio de 2015

Es por necesidad, mas que por ego



De quien escribe por necesidad
De que el ego, entra en segundo plano
Y muchas veces basta, sin mirar
El rato muerto que completa el zángano

De que no es el hecho de juntar las letras
Lo que mueve el teclado, los dedos
El martilleo constante que cliqueas
Los que persigue mi voluntad, mi ánimo

De que en más de una ocasión, sin previo aviso
La pantalla, queda en blanco y se improvisa
Las mieles de un recuerdo ambarino
El temblor, el miedo, la perspectiva

De que la musa aparece como extraña
Y te susurra, y la echas fuera, estás ocupado
Estas confundido en la maraña
Que recuerda al susto y al asustado

De que quisieras que la musa te escribiera
Te calmase, una caricia, un beso
Una mano rozando el aparato de un gimnasio
Un lamento, una huida, un te quiero

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