La RAE en una de sus acepciones define vocación como la inclinación a cualquier estado, profesión o carrera. Lo más gracioso es que la primera de las acepciones es la inspiración con que Dios llama a algún estado, especialmente al de religión; y me ha hecho pensar.
No soy creyente al uso, es decir, nadie diría de mi que creo en un "Dios todopoderoso creador del cielo y de la Tierra y Dios del Universo" como reza la canción, no obstante, tampoco me considero un agnóstico que se revela contra cualquier tipo de pensamiento religioso. Imagino que como con todo en esta vida, "en el punto medio está la virtud" como diría Aristóteles.
Pudiera ser o no que hubiera un Dios, un ser, un ente, un destino o lo que cada uno quiera que moviera los hilos. En cualquier caso, como el gato de Schrödinger, es indiferente pues al mismo tiempo puede haber y no puede haber esa deidad a la que nos supeditemos.
Volviendo a la vocación, verdadero punto en el que quería incidir, he de decir que escuchando una reciente entrevista que le hicieron al publicista Toni Segarra me quedé estupefacto. Digo bien... ESTUPEFACTO... hablaba de vocación en un mundo (el suyo) en el cual pocos creativos llegaban con estudios encaminados a esa profesión.
Sentí en ese instante, una completa adhesión a sus palabras. Vocación, que curiosa palabra, y que difícil entenderla. Pocos podemos decir que hayamos encontrado nuestra vocación, algo que realmente se nos de bien hacer, porque verdaderamente y a pesar de los que diga la RAE, eso es la vocación; un trabajo, un ejercicio, una situación, cualquier circunstancia en la que destaquemos con naturalidad, sin mayor esfuerzo que el propio impuesto al tratar de mejorarla.
Nos pasamos la vida buscando tiempo para disfrutar del ocio trabajando de aquí para allá, horas y horas por sueldo miserables, sin darnos cuenta que al final, el ocio, así sin más no tiene ningún sentido más allá de un corto período de tiempo. Y tiempo... El TIEMPO es el que es por más ocio que tengamos o dejemos de tener.
Creo, a título personal, que en esa ecuación entre TIEMPO = OCIO - TRABAJO, el tiempo es la única variable inamovible, por lo que con lo único que podemos modificar los resultados es con el trabajo que desempeñamos y el ocio que queremos.
Y yo me pregunto ¿No sería más fácil, si trabajo y ocio fueran prácticamente lo mismo? ¿No sería más fácil si en vez de buscar Tiempo, buscáramos otra variable? El ocio es el Tiempo libre,sin actividad laboral,que se dedica al descanso o a realizar otro tipo de actividades, pero no es una verdad universal y estática, el ejercicio físico es una actividad laboral si eres deportista, la lectura se convierte en sustento si eres crítico. Lo importante y ahí quiero llegar después de tanto divagar, es que el ocio como tal no existe salvo que tu quieras llamarlo así, y por tanto, la vocación, esta dichosa palabreja con la que empecé esta elucubración, tendría que ser la que modificara la ecuación antes dada para poder alcanzar el estado que se busca con el ocio, la Felicidad.
FELICIDAD = VOCACIÓN + TRABAJO + OCIO - DESCANSO.
La felicidad, ese sentimiento que todos buscamos más allá de profesiones y estudios, es solo un estadio del alma vivido a ratitos. Hay que procurar extender esos ratitos el mayor tiempo posible, pues el tiempo, se escapa, y los ratitos por estos lares son muy cortos. Un consejo, buscad incansablemente vuestra vocación
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