En ocasiones susurro los nombres de otros poetas
Me devuelven, me embelesan, me trastocan
Las caretas que combaten la presencia de una sombra
Un aullido de los lobos, la jauría por la presa
Que derrumba cuanto pienso y me condensa
En ocasiones busco enlaces, alambiques de otros lares
Que envilecen lo que escribo y se debaten al abrigo
De un bypass arrepentido que solape cada página
De un libro que aún todavía no he descrito
Y que me sueña y me despierta cuando escucho
Ese susurro, ese nombre, esa página perdida
Que allá en el horizonte se me aleja
En ocasiones rompo bloques, de hormigones contradichos
Que caminan sin camino y se pervierten sin sentido
A veces en los bares, a veces en los nidos
De unos humos que se besan sin remedio
Y con mendigos y botellas de reserva sin domingo
En ocasiones me desdigo, y si por casualidad
Resuena el hecho de escribir estas sonatas de cretino
No se juzgue compartir que no me digo,
Sin decir apenas nada.
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