Érase una vez que había
Toda una sala
descalza
Paredes ocres y
letanías
Manchaban cada palmo
en la calzada
Si bien trasiego lo
impedía
Mover el polvo con
las ventanas
Una luz a solas que
comedía
Moscas y gaviotas en
la carnaza
Así paró el mundo,
entre la vistas
Una entrevista desnortada
No había sol, ni luz
había
Solo restos que tendían
Asomarse a la
ensenada
Entre tanto poco
alboroto
Sin nada de cobijo a
medias
Cruzó los charcos que
pululaban
Una luciérnaga en la
neblina
Dónde vas lucecilla
mía
Dónde vas preguntó el
arriero
Voy donde me llame el
viento
Voy a tientas por la umbría
Déjame seguirte, aun
siendo a ciegas
Salir de esta noche
en vela
Total, si ya no veo
Qué más dará si toco las
brasas
Arriero perdido y feo
Cuanto tiempo andas
perdido
Cuanto sin que te
cuenten cuentos
Tal vez sea que no
recuerdo
Tal vez no quiera
acordarme
Me acostumbre a obedecer la vida
Me acogí al sino de
los cobardes
Al sol tapé primero,
Bajo la sombra en los
abedules
Pronto dejé correr el
agua
Y sequé la acequia
cercana
Con cubos anduve
entre las chanzas
Como un payaso en un
psiquiatra
Tal vez fuera culpa
mía,
Tal vez fuera mi edad
temprana
Solo sé que no se
nada
Y apenas sueño con la
luz del día
Pueda ser que no haya
mucho
Que la ganancia sea
escasa
Solo pido, descansar
mi hacha
Junto al filo del
serrucho
Debieras estar seguro
Si a mí me quieres
seguir
Pierdo el tino muy a menudo
Y mi luz apenas
alcanza
Puedes seguirme si
quieres
Puedes descansar tu
hacha
Más recuerda amigo
mío
Que viajo entre las
zarzas
Puedes seguirme si
quieres
Y entregar veredas
al camino
Más toda piedra que pises
Es tropiezo en tu
incumbencia
Los pinchos tendrás
que apartarlos
Aun a riesgo del
sangrado
Y tal vez sea mejor
aviso
Si te digo que vuelo
alto
Así sea nuestra deuda
Y el interés que me
convence
Pues prefiero andar a
tuerto
Que andar a solas sin
gallardía
II
Tengo la puerta
sellada
Los aperos y unos
copetes
Y la bronca de
valentía
Cojo el camino
seguido
Sin pausa pero sin
prisa
Acierto a veces a
escondidas
Con la brisa de la
mañana
Es tan grande esta
certeza
Que solo respiro la
brisa
Cierro el ojo que me
queda
Para ver por donde
pisa
Sopeso las noches de
grana
Y el filo asiento
cuando arrecia
Feliz camino por los
olivos
A las zarzas las dejo
a un lado
Más tengo que seguir
contando
Con una luz que
apenas me quema
III
Terció un día entre
alpargatas
Que la flor apenas
olía
El sol quemó los
pazos
La noche en negro
fundía
Un lucero, una
estrella, un faro
Una vela, Una verde
poesía
Un sentido, una
barcaza,
Un sonido de valentía
Un olor de bello
nardo
Que me tienes que
contestar
Si el camino, queda
suelto
Como pretendes querer cortar
La flor de tus
adentros
Apenas hubo acercado
Quiso rozar el
cristal
Y los pétalos, allí posados
Quisieron echar a
volar
No lo toques, no lo
duelas
No me bailes al
compás
Que quiero tenerte
cerca
Tan solo un ratito
más
Debo seguir caminando
Aún con este
resplandor
Debo una deuda muy
grande
Más que un fin
desolador
Solo quiero pincharme
Solo quiero poder
tocar
Dejar que sientas la
vida
Que otros te huelan
al pasar
La más grande
maravilla
Que alguna vez pudo
pasar
Tal vez me pierda y
te encuentre
Tal vez te busque en
otra piel
Una injusticia sería
Acaparar toda tu hiel
Debiera respirar
profundo
Recordar la primera
vez
Andar sobre seguro
Y lanzarme a caminar
otra vez
Faro del medio día
Gracias por aparecer
Debes seguir
alumbrando
Debes palparte la
piel
Yo no puedo tocarte
Aunque lo quisiera
hacer
Alumbra caminos al
ciego
Vive lo que está por querer
Tengo un hilo atado
Por si pagara mi santa
deuda
Alguna maldita vez
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