Seguramente tenga yo el problema con mis dudas y mis complejos; seguramente sea este mundo que avanza demasiado deprisa para mi y no alcanzo la velocidad oportuna para asirme a según que criterios mayoritarios; Seguramente.
No obstante, aplicaré un razonamiento que en muchas ocasiones me ha servido para adecentar algunas de las mentalizaciones que a mi me han llegado:
- Cuando alguien dice, "me gusta cierto tipo de música", imaginemos el hip hop, "¿pero te gusta absolutamente todo el hip-hop?" pocos dirán un si rotundo.
- Cuando surge en una conversación "soy ecologista", ¿sí? ¿siempre? ¿en todo momento y en todos los casos? ¿no dudas o dejas de cumplir alguna circunstancia por mínima que sea?
- Cuando alguien habla de un orador, de un actor, de alguien relativamente público y comentas "como me gusta este tío" ¿no ha errado nunca? ¿siempre te ha gustado todo lo que ha hecho y dicho? ¿seguro?
Podría poner muchísimos ejemplos más, basten estos tres como pincelada para mi reflexión. Con el tiempo, seguro será que aunque diga que no me gusta la política, resulte habida cuenta de cada publicación en el blog se me diga lo contrario, y es cierto, me gusta la política, desde los libros de Sócrates hasta Sampedro desde "Los diálogos" de Platón hasta "El fundamento último de la ciencia económica" Ludwing von Mises. No reparo en leer y devorar idearios antagónicos tratando de buscar la compresión. "Compresión". Otra gran palabra de la que difícilmente nos podemos apropiar.
Lo que me preocupa de la política en sí, no son las ideas, son los políticos. El ser humano por defecto es imperfecto. Desde su creación, sea cual fuese, apareció con taras y por tanto todo aquello que lleve a cabo vendrá precedido por esa minusvalía que quedará como poso en toda acción que logre. Y la política no puede ser una excepción.
Basándome en esa premisa, y en los ejemplos anteriormente expuestos, puedo corroborar que el encasillamiento de los individuos no puede ser mas que una falacia fácilmente refutada. Es decir, "la Parte no es el todo, pero el todo sin la parte no es nada". Que trato de expresar con ella, que a la hora de colocar los diferentes colores a los que cada uno se suma, en política me refiero, no podemos dar por hecho que los individuos, como seres únicos, inteligentes e individuales, se adhieren al total de un color sea rojo, sea azul, por ello, es importante contrastar informaciones, investigar y sacar de la oscura maraña informativa, la pequeña luz que se pueda asemejar más a la verdad.
Decir que Rajoy es un tipo de derechas extremo sin moral que solo quiere privatizar y joder al pueblo, me parece la misma barbaridad que decir que Pablo Iglesias es un Comunista Bolivariano que quiere poner a España como Venezuela.
Imagino que estos hombres como dijo Julio Anguita, "luchan en la misma trinchera" de los ideales por los que trabajan pero me niego a creer que compartan absolutamente todo lo que en esa "trinchera" se diga o se haga.
Tal vez nadie lea este comentario, algunos a los que considero amigos, me encantaría que le echaran un vistazo, no por vanagloria personal, simplemente deseo abrir una pequeña rendija que haga desligar los pensamientos de los extremismos, pues nunca han sido buenos.
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