martes, 8 de julio de 2014

A la Boda de Mi Amiga Sara

Veo las fotos y se me cae una pequeñita lágrima nostálgica. Recuerdo y recuerdo. 
Son tantos los años pasados y tantas las vivencias buenas y malas que solo el coraje de una amistad sincera alcanza a derribar los muros que crecen en la distancia.
Era Selectividad, asignatura de Historia, y una muchacha menuda de aspecto risueño murmuraba con mayor volumen del que creía sobre un Rey del que precisamente yo no recordaba todo lo que quería.
Ese es mi primer recuerdo tuyo. Esa es la primera vez que te vi sonreír.
Luego pasaron los años, las desdichas y fortunas se sucedieron a lo largo de los meses. Tu con tus cosas, yo con las mías. Siempre hubo un afecto simbiótico del que yo me aprovechaba y esperaba que te aprovechases. Siempre hubo un consejo amigo, siempre hubo un abrazo afectuoso. 
El tiempo nos cambia, nos madura y nos recoge. Las primaveras nos hacen lo que a los almendros y a las ortigas. Unos pinchamos más otras se pones más bellas.
Siempre te dije que eras una "princesita caprichosa" y no andaba desencaminado. A lo largo de lo que he sabido de tu vida, has cometido errores, has llorado, has dudado y has tropezado como solo las "princesitas" pueden hacerlo. Pero hoy, al mirar las fotos veo, no a aquella niña que derramaba lágrimas  una tras otra  por situaciones y personajes que no merecían la pena. Hoy veo a una mujer preciosa, una verdadera princesa de cuento de hadas que anda resuelta por la vida con una meta y un hombre al lado que desprende bondad y amor por ti. Cosa de la que me alegro nos sabría expresar con palabras cuanto. 
Me encontré en vuestro día, trabajando, ajeno por completo a tu dicha y al volver a casa y tener a mi lado a alguien que me quiere, me aprecia y me respeta, me acordé de ti, de vosotros, porque ahora hay hablar de dos. Porque eso es cuanto deseo para vosotros y se que en Guillermo lo tienes (sigue cuidándola campeón que desde que está contigo está guapísima). Por cómo te mira, por cómo te habla y por cómo se mueve cuando le mueve tu aire.
Siento no haber podido estar a vuestro lado. Hubiera sido una minúscula gota de agua en vuestro estanque de amistades, pero egoistamente, desearía haber hecho desbordar la fuente de vuestra alegría. Me acomodo viendo las fotos y sintiendo la nostalgia del "no pude estar". 
Es igual, os queda toda una vida por delante y a pesar de la distancia y de los tiempos sin contacto sabéis que podéis contar conmigo en casi todo (ya os imagináis la irresponsabilidad inherente a los soñadores despistados).
Pero basta de tanta monserga y palabrería tan cremosa. Vamos al lío. Enhorabuena pareja, ser muy felices, disfrutar de toda vuestra vida aún más en común y acordaros de los emigrantes que también os quieren. No me suelo alegrar por las bodas ajenas porque eso del matrimónio, como que lo veo y me entran repeluses pero en este caso haré una excepción, declararé amnistía total a los papeles firmados y me alegraré con toda la sinceridad que soy capaz de tener para aplaudiros desde mi casa y felicitaros de Corazón.

Un beso y un abrazo enorme pareja.

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