sábado, 5 de noviembre de 2011

Porque Hoy está lloviendo

En esta entrada solo quiero dejar un retazo mío, de mi corazón y de mi escritura.

Porque hoy está lloviendo y el agua se lleva los recuerdos malos.
A pesar de los trueños, a pesar de los llantos.
Porque hoy está lloviendo, el tiempo quitará los miedos de enmedio.
Si se ve un horizonte negro, oscuro y tétrico.
Sólo será, porque hoy está lloviendo. Mañana
El Alba curará los destrozos.
Porque hoy está lloviendo.
Serán las palomas blancas, las que
con aire nuevo y presto pintarán nuevas alboradas
y sin ver más nada, para qué,
Hoy estará lloviendo, pero mañana.
Mañana te echaré menos de menos

viernes, 4 de noviembre de 2011

Elogio a la Locura

Para los que les interese como está la sociedad ahora y siempre. Este trocito es del S.XVI, perteneciente al libro "Elogio a la Locura" de Erasmo de Rotterdam. Las sociedades nunca cambian.

¿Que seria de la vida sin una mínima gota de locura?
Seria algo triste, aburrido, fastidioso, insípido y desagradable.
y; ¿Que es la vida sino locura? (entendiendo vida en su máxima expresión, en su mayor realización). Al igual que locura es vida.
Los niños son los que más agradan a la locura. Pues, ¿de donde proviene ese encanto irresistible que tienen los infantes en sus primeros años de vida?. Ese encanto se debe únicamente al atractivo de la estulticia. Y los viejos también, ya que mientras más mayores son se vuelven más estultos y así se van pareciendo cada vez más a los niños.
La locura dice: “Sin mi, el mundo no puede existir ni por un momento, pues, ¿no está lleno de locura todo lo que se hace entre los mortales?, ¿ no lo hacen locos y para locos? Ninguna sociedad, ninguna convivencia pueden ser agradables o duraderas sin locura, de modo que el pueblo no podría soportar a su príncipe, el amo a su sirviente, la doncella a su señora, el preceptor a su alumno, el amigo a su amigo, la mujer a su marido por un solo momento, si de vez en cuando no se descarriaran, se adularan, toleraran sensatamente las cosas o se untaran con un poco de la miel de la locura.” Este párrafo contiene el resumen de su pensamiento: la locura es sabiduría mundana, resignación y tolerancia.
Para Erasmo la vida es una especie de juego, en el cual cada actor aparece en el escenario con su máscara propia y representa su papel hasta que el director escénico (la muerte?) lo llama. Se equivoca quien no se adapta a las condiciones y pretende que el juego deje de ser un juego.
Los verdaderamente sensatos deben mezclarse con todos, compartir plenamente su locura o equivocarse alegremente como ellos.
Y el motor necesario de toda acción humana es Filaucia, hermana de la Locura, el amor propio. El que no se complace a si mismo consigue poco. Si se elimina ese condimento de la vida, la palabra del orador se enfría, el poeta cosecha burlas y el artista se desvanece. La locura bajo el aspecto de orgullo, vanidad y vanagloria es la fuente oculta de todo lo elevado y grande. El estado con sus puestos de honor, el patriotismo y el orgullo nacional, la solemnidad de las ceremonias, las ficciones de la casta y la nobleza, ¿que son sino locura?. La guerra, la más loca de todas las locuras, es el origen de todo heroísmo.
La sabiduría es a la locura como la razón es a la pasión. Y en el mundo hay mucha más pasión que razón. Lo que mantiene al mundo en movimiento, la fuente de la vida, es la locura. La oradora atribuye a la locura todo lo que en la vida es vitalidad y valor. Es una energía espontanea de la cual nadie puede prescindir. Los que son perfectamente serios y sensatos no hallan lugar en esta vida. Son torpes en los bailes, en los juegos, en el intercambio social. Si tienen que adquirir algo o firmar un contrato, sin duda las cosas saldrán mal y en contra de sus propios intereses.
La locura es la alegría indispensable para la felicidad. Quien tiene solo razón, sin pasión, es una imagen de piedra, burda, carente de sentimientos humanos; un monstruo, un espectro de quien todos huyen, insensible ante toda emoción natural, no susceptible de amor ni de compasión. y nada se le escapa y en nada se equivoca; ve a través de todo, todo lo sopesa adecuadamente, de nada se olvida, solo se satisface consigo mismo. Solo él es el sano, sólo él es libre, solo él es el rey.
Erasmo caricaturiza de esta manera la horrible imagen del teórico. ¿Qué estado puede interesarse en tener como magistrado a un hombre tan tremendamente sabio?; ¿que mujer quiere por esposo a una persona así?; ¿no es preferible un hombre cualquiera, que siendo estulto puede mandar u obedecer a los estultos, que es agradable y afectuoso con su mujer y con sus amigos?, un hombre cualquiera que teniendo defectos es humano; y con esto es feliz el y los que lo rodean, en vez de un sabio viejo y amargado que ha sido infeliz toda su vida.
Una serie de virtudes sociales están atadas a la locura, tal cual la benevolencia, la amabilidad, la inclinación a aprobar y a admirar, pero, especialmente, de aprobarse así mismo.
No es posible agradar a otros sin empezar por adularse a si mismo. ¿Qué sería del mundo si no estuviese cada uno orgulloso de su posición y de su profesión?, ¿cómo sería la vida sin que nadie intercambiara con nadie su buen aspecto, su familia, su propiedad?.
Más aún, Erasmo se atreve por medio de Estulticia a censurar la creencia ingenua en los milagros, la adoración interesada de los santos y los celos entre los monjes. La importancia histórica de Estulticia no fue, como se creía en su época, la sátira directa, sino en los pasajes en los cuales concede a la locura el valor de la sabiduría y viceversa. Erasmo estaba persuadido por la poca solidez de los fundamentos de todas las cosas: todo pensamiento racional acerca de los dogmas de la fe conducen al absurdo. En su ultima oración al dejar el oratorio, la locura dice: “aplaudid, vivid y bebed, creyentes celebres de la estulticia”.

La locura dice: “Prescindo ahora de los daños que el hombre sufre por causa del hombre, cuales son, por ejemplo, la pobreza, la cárcel, la deshonra, la vergüenza, la tortura, las asechanzas, la traición, las injurias, los litigios, los fraudes, etc., no es mi objetivo hallar la razón de que los hombres hayan merecido tales castigos; pero el que medite sobre esto, ¿acaso no disculpará el suicidio de las doncellas de Mileto, aunque sienta por ellas profunda compasión? ¿quienes han sido principalmente, los que apelaron al suicidio buscando en él un recurso contra el destino y contra el hastío de la vida? ¿no fueron, por ventura, los devotos de la sabiduría?. Por eso yo, valiéndome, de la ignorancia, de la irreflexión, del olvido de los males, de la esperanza de los bienes, de los deleites, voy remediando de tal modo las innúmeras calamidades humanas, que ningún mortal tiene deseos de dejar la vida aunque se le acabe el hilo de las Parcas y haga ya tiempo que comenzó a despedirse del mundo, estas circunstancias deberían ser el motivo de que los hombres no deseen conservar la existencia, son, sin embargo, las que les encienden las ganas de vivir; ¡tanto aborrecen experimentar cualquier tristeza!”
¿Quien hay que sea capaz de soportar las injurias de la vida, todo el sufrimiento e injusticias que en ella se producen? Todos lo hacen, claro, pero no solos, si no que la locura nos ayuda en gran parte a superar esto, tanto que no nos damos cuenta de todo el daño que nos producen y que nosotros mismos producimos a nuestros semejantes.

¿Quien tan cuerdo y a la vez estulto como masoquista, estaría dispuesto a sufrir el calvario de la vida?, ¿sin ni siquiera una pequeña gota de locura?. Los que lo intentan pronto se rinden y muchos terminan en el suicidio, siendo ésta su única salvación, (si es que sus almas no estaban muertas desde un principio). El mundo estaría lleno de almas perdidas, errando por los parajes de la eternidad, el mundo estaría así
y mucho peor; si no fuera por la ayuda de la locura. La locura que aporta felicidad y alegría al corazón, despreocupación y hermosura al alma, que oculta e ignora los problemas, penas y todo sufrimiento, que el alma no seria capaz de soportar sin ella.
Gracias la locura que endulza la existencia, es que el mundo no esta totalmente acabado.
Con todo esto, demás esta decir que los locos le llevan una ventaja enorme a los sabios; pues mientras los primeros llevan una vida cálida y alegre, sin preocupaciones ni problemas mayores; los sabios se gastan toda su infancia y adolescencia, el mejor periodo de su vida, en informarse y aprender diversas disciplinas, y en el tiempo que les queda viven de lo aprendido antes, sin darse el tiempo y las ganas de disfrutar de deleite alguno. Terminan siendo hombres serios, tristes, sobrios y amargados. Y cuando les llega la hora de partir, no creo que les importe gran cosa morir ya que en su vida no se dieron el tiempo de vivir.
Entonces; ¿Porqué amargarse la vida de esa manera?, ¿preocupándose de cosas que al final no son tan importantes?
¿Porqué no arriesgarse a vivir de verdad, sin temores ni preocupaciones?
¿Cual es la dimensión de la locura?, ¿si es más cuerdo el que razona o el que sigue sus impulsos?. ¿qué es lo que vale al final?, ¿un corazón solo y seco, un alma triste y sin esperanzas? o ¿alguien lleno de vida, afectuoso, cálido, alegre, risueño?; alguien que pueda decirse que realmente disfruto de la vida.
La locura le hace un elogio a la ignorancia, y harta razón tiene en esto, ya que la ignorancia constituye una de las principales características de la estulticia. La ignorancia que todo lo simplifica, todo lo facilita Los hombres de la edad de oro son un claro ejemplo de esto, ellos no se complicaban la vida por no poder resolver un ejercicio de gramática, simplemente porque tenían la suerte de que todavía no se inventaba. Vivían felices de acuerdo a su naturaleza, libres, guiándose solo por su instinto.
Igual suerte tienen los animales, (siendo más felices los que viven más alejados del hombre), ellos no necesitan de todas las ciencias y tecnología que ha inventado el hombre, son libres. Desgraciados son los que ya conviven con el hombre, como el caballo, el perro, el toro entre muchos otros. El humano ya los hizo participes de sus propias normas y leyes, no teniendo estos, otro remedio que obedecer.

Hay dos clases de locura, una fomentada por la furia que se engendra en el infierno y otra muy distinta que es pura, inocente e ingenua. La primera se manifiesta ya en la pasión de la guerra, ya en la insaciable sed del oro, ya en un infame y abominable amor, ya en el parricidio, en el sacrilegio o en cualquier otro designio de esta índole. Pero la otra locura es muy distinta, y no corresponde a nada más que a un cierto alegre extravío de la razón.
Los maestros de gramática, los poetas, los retóricos, los autores, los filósofos, los teólogos, los frailes, los reyes y príncipes, los cortesanos, los obispos, los cardenales y los papas. Estos son los que la locura reconoce como los únicos sabios que reciben parte de sus beneficios.
La estulticia nombra algunas formas de locura (en aquellos tiempos), como la caza, la alquimia y el juego. A estas se le puede agregar y comparar algunas de este tiempo como son el fanatismo que produce el fútbol, o la euforia de las fans frente a sus artistas favoritos, o el fanatismo por los partidos políticos, entre otros. Más aún, hay muchas otras formas de locura, algunas se parecen y otras uno ni se lo imagina. Pero todas no se pueden nombrar, ya que para esto habría que empezar a analizar cada minuto de nuestra vida.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Poemas - Juan Ramón Jiménez

ESTOY TRISTE, Y MIS OJOS NO LLORAN

Estoy triste, y mis ojos no lloran
y no quiero los besos de nadie;
mi mirada serena se pierde
en el fondo callado del parque.

¿Para qué he de soñar en amores
si está oscura y lluviosa la tarde
y no vienen suspiros ni aromas
en las rondas tranquilas del aire?

Han sonado las horas dormidas;
está solo el inmenso paisaje;
ya se han ido los lentos rebaños;
flota el humo en los pobres hogares.

Al cerrar mi ventana a la sombra,
una estrena brilló en los cristales;
estoy triste, mis ojos no lloran,
¡ya no quiero los besos de nadie!

Soñaré con mi infancia: es la hora
de los niños dormidos; mi madre
me mecía en su tibio regazo,
al amor de sus ojos radiantes;

y al vibrar la amorosa campana
de la ermita perdida en el valle,
se entreabrían mis ojos rendidos
al misterio sin luz de la tarde...

Es la esquila; ha sonado. La esquila
ha sonado en la paz de los aires;
sus cadencias dan llanto a estos ojos
que no quieren los besos de nadie.

¡Que mis lágrimas corran! Ya hay flores,
ya hay fragancias y cantos; si alguien
ha soñado en mis besos, que venga
de su plácido ensueño a besarme.

Y mis lágrimas corren... No vienen...
¿Quién irá por el triste paisaje?
Sólo suena en el largo silencio
la campana que tocan los ángeles.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Qué o Quién es Vael

Vael, es una deidad ibérica protectora de los montes y las tierras de la península ibérica concretamente
imaginada por los oretanos (en latín oretani) pueblos prerromanos que habitaron las tierras que van desde Sierra Morena hasta la cuenca del Anás (actual Guadiana) correspondiente a las actuales provincias de Ciudad Real y noreste de Badajoz, oeste de Albacete y al sur la provincia de Jaén,  más allá del Saltus Castulonensis  (era llamado así al antiguo Limex o frontera entre las provincias romanas de Hispania Citerior e Hispania Ulterior. La capital del reino oretano era Cástulo.
Aunque la vida de los oretanos sea un misterio debido a la falta de interés en las excavaciones y en la profundización del tema, sobre las creencias religiosas apenas tampoco se sabe nada. Lo que se sabe sobre los oretanos germanos es que tenían creencias similares a carpetanos, vettones...
De ahí el hecho de que divinidades como Ataecina sean compartidas por varias tribus,entre ellas vettones y oretanos germanos, y tambíen el parecido etimólogico de algunas otras divinidades,como el dios lobo de los oretanos, Endoval, con otras divinidades como Vael, Vaelico o Endovelico.

La etimología de Endoval proviene del celta -end-eno: oscuro, y -vael-vailos: lobo. Probablemente Endoval sea lo mismo que el lusitano Endovelico, puesto que la etimología es idéntica.

A Vael  (o Endoval) se le conoce como un dios lobo, protector de montes y bosques. El caracter de esa divinidad es infernal pero también justa.  Parece ser que era un dios al que se encomendaban en tiempos de guerra, y en tiempos de paz castigaba a los traidores y cobardes.
Según algunas inscripciones e interpretaciones los antiguos volcanes de la comarca del Campo de Calatrava eran obra de Vael siendo el lugar por el que emergía puesto que habitaba en las profundidades...

Apenas existen datos sobre este dios, pero se han encontrado en las excavaciones de Alarcos y Oreto imagenes de un lobo rodeado de guerreros, este lobo sería Vael-Endoval.

Asi pués... como amante de nuestra historia y, como ya vereis que prefiero exponer comentarios acerca de nuestra vida, obra y milagros, que de otros lares, a mi parecer era justo nombrar a este rinconcito de mis pensamientos a la deidad más representativa de nuestras tierras.

Mi Primera Entrada

Bienvenidos todos al Rincón de Vael.
He de decir que he creado este blog como escape a mis pensamientos. Tópico aparte habrá cosas que gusten, cosas que no gusten y cosas que no merezcan la pena.
Lo que si puedo decir es que me gusta escribir, me gusta enseñar, y me gusta hablar demasiado sobre todo tipo de temas, por ello, y a elección del lector, he decidido usar este sistema para dar rienda suelta a todo lo que pueda interesarme.
Por otro lado estoy abierto a comentarios, temas nuevos, curiosidades y por supuesto críticas.
Gracias..... y empecemos